Republica Bananera de España (segunda parte)

No sé porque extraña razón no cojo todo mi equipo de anillamiento y cuelgo los hábitos...

Hoy es de esos dias en los que deberia de haberlo dedicado a otras cosas pero no, quise dedicarlo a seguir con el estudio que llevo a cabo en el Parque Periurbano de Canillas.
El dormidero esta en su punto algido y no era cuestion de dejar pasar esta oportunidad, una tarde en la que el viento me daba una tregua.
Quise aprovechar este tiempo y aunque las temperaturas no eran las mejores para trabajar en el enclave con 37 gº C., me armé de valor y cargue en el coche todo el equipo.
A esas horas intespestivas en que el sol cae de lleno aqui, ya tenia las 3 redes instaladas, poco movimiento de aves en el entorno y sentado en mi silla playera con la unica sombra que la puerta trasera de mi coche abierta, me senté placidamente a esperar.
Me sacaron del estupor las voces de 3 personas que se movian por las afueras del pequeño riachuelo que vierte sus aguas en este pequeño humedal, cuando los pude ver, sabia que eran furtivos, llevaban los utensilios para capturar aves con pegamento de roedores.
Inmediatamente hice la correspondiente llamada a la Guardia Civil que en esos momentos comunicaba y decidí antes de que la matanza fuese mayor, actuar deliberadamente, cosa que no deberiaia de haber hecho...
Con mi camara les pude hacer algunas fotos pero ninguna de ellas aportan imagen del delito por lo lejano que me encontraba, ellos si me vieron a mi...
En un principio salieron corriendo y al rato llegaron dos de estos individuos a donde me encontraba anillando.
Llegaron profiriendo insultos y dijeron algo sobre mi santa madre, no quise un enfrentamiento fisico que es lo que ellos buscaban porque me contuve, volví a llamar esta vez al SEPRONA y esta vez si me contetaron.
-Hola les llamo porque unos furtivos estan intentando matar pajaros-
-En estos momentos no le puedo atender, todas las patrullas estan ocupadas-
Esto me lo comunicaba por telefono mientras los dos tipos seguian insultandome, la unica solucion que encontré fue decirle al agente que me atendia: -que ya vienen ustedes de camino? ¿no?-
Colgué y paració que surgió efecto, los dos tipos se marcharon diciendo algo sobre mis antepasados.
No me quede tranquilo, con la forma de actuar de esta gente, me estaba planteando recojer las redes, trabajar con un pequeño foco de cabeza en un sitio solitario por la noche es como un faro en un acantilado, podrian venir y hacerme cualquier barbaridad.
Si desmontaba mi equipo, ellos sabrian que tenia miedo y eso me hizo seguir sentado en mi silla.
Media hora despues los vi como se escondian detras de unos arbustos, la cosa empezaba a preocuparme, seguí sentado en mi asiento y les planté cara, no se que estarian esperando.
Cinco minutos despues, se me acercaba un hombre mayor con su perro, lo que me dijo a continuacion, me aterró...
- Hola-
-Buenas tardes- le dije.
-Me he acercado porque he visto desde lejos a un tipo con pasamontañas detras de usted y portaba un objeto que no se si era una escopeta de perdigones o un hierro-
-Estaba escondido en esos arbustos y cuano me ha visto, ha salido corriendo-
-¿ le importaria quedarse aqui 15 minutos mientras recojo las redes? le expliqué que habia pasado y el hombre se puso las manos en la cabeza, se quedó guardando mi equipo junto a mi coche.
Por muchas vueltas que le di al parque intentando encontrarlos y con las idea de un cable caido, me serené y pense que lo mas sensato era irme a casa.

Ahora ya en frio, me planteo seguir trabajando aqui, no le tengo miedo ni al calor ni a los mosquitos ni a nada, pero si a que un tipo me pueda llegar por las espaldas cobardemente...
Mañana informaré a las autoridades e intentaré que ese aguadero se tape,hay muchos lugares donde las aves pueden beber, pienso que es la solucion mas correcta, ahora los encargados del parque tienen la palabra.
En cualquier pais Europeo hubiesen mandado a cualquier agente de la autoridad y hubiesen encerrado a esta gentuza, me averguenzo a veces de este pais en el que vivo y al que tanto quiero.
Impotente ante los hechos, esto es el relato de una cronica que he plasmado con la esperaza de que alguien se entere de que esta pasando y en la que escribo con rigor sin alejarme un apice de la realidad, esconder la cabeza bajo tierra como los avestruces no me lo perdonaria nunca.

Saludos, Fernando.